El debate de la moción presentada por Ciudadanos en el pleno de ayer en relación a las causas y consecuencias del incendio registrado el pasado 5 de diciembre en las cocheras de la EMT de San Isidro dejó en evidencia las incógnitas que aún quedan por despejar en torno al siniestro que calcinó 26 autobuses y también las contradicciones de los grupos de la oposición, especialmente del PP, que se opuso a la compra de 81 autobuses al tiempo que vinculó el incendio con la obsolescencia de la flota y las instalaciones. La moción fue finalmente tumbada por Compromís y PSPV que aprobaron una alternativa descafeinada en la que el pleno reconocía el trabajo «ejemplar» de los bomberos, la policía y el personal de la EMT el día del incendio y apoyaba la agilización de los trámites para la concesión de la licencia de obras en las instalaciones de la EMT.