Un fallo eléctrico provoca el incendio de un autobús en la calle. Las llamas lo devoran y varios vecinos intentan apagarlo con cubos de agua y con una manguera para riego. Error. El agua unido al combustible provoca una deflagración y las llamas avanzan calle abajo como si de un río se trataran quemando motos y coches aparcados.
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