Dichos incendios acabaron con la vida de 164 personas, una víctima menos que en 2019. Destaca la baja incidencia de muertes por incendio durante los meses de confinamiento, es decir, entre marzo y abril de 2020, en los que se registraron las cifras más bajas de fallecimientos por fuego en el hogar de los últimos años. En concreto, en 2020, hubo 16 fallecidos en esos dos meses, frente a los 37 de 2019, los 23 de 2018 y los 33 de 2017.
Por primera vez, no son los mayores de 64 años los más afectados en el cómputo total de víctimas por incendio. Llama la atención el grupo de edad comprendido entre los 30 y los 64 años, el que más fallecidos concentró el año pasado (47%), y más en concreto la franja entre los 50 y los 54 años, que rompe la pauta histórica y que en 2020 acumuló 21 muertos.
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