La relación del casco histórico lagunero con el fuego sumó ayer un nuevo capítulo. El Ateneo, institución cultural y señera ubicada enfrente de la fachada de la Catedral, sufrió graves daños a consecuencia de un incendio que devoró su última planta por causas que están siendo investigadas. El humo, el olor a tea quemada, las sirenas de los bomberos… volvieron a tomar Aguere trece años después de aquel infausto 23 de enero de 2006 en que ardió la Casa Salazar, sede del Obispado.
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